El machismo es un
conjunto de creencias, costumbres y actitudes que sostienen que el hombre es
superior a la mujer en inteligencia, fuerza y capacidad. Es decir, asignan a las
mujeres características de inferioridad.
Por lo tanto quienes creen en el
machismo o han sido educados en él, consideran que es el hombre quien tiene
poder de decisión y elección, quien puede mandar y ordenar, conquistar y
proponer en las relaciones afectivas y sexuales, quien debe recibir mayor
retribución económica, entre otras creencias. Además, consideran que hay oficios
para hombres y otros para mujeres, así como actividades exclusivas para hombres,
por eso es usual escuchar que el hombre no debe asumir tareas del hogar (barrer,
cocinar, planchar...) y que las mujeres no deben realizar tareas que impliquen
el uso de la fuerza.
Las creencias machistas han pasado de generación en generación y por eso aún hoy muchas personas en distintas sociedades y culturas las conservan e incluso las ven como algo normal. En otros casos, el machismo ha permeado tanto la educación escolar, familiar y los medios de comunicación, que no se ve como una creencia sino como algo natural, es decir, se asume que biológicamente las mujeres son frágiles, dependientes e incapaces para desarrollar determinados trabajos u oficios. Sin embargo, muchas otras sociedades han relegado el machismo e intentan tener relaciones equitativas entre hombres y mujeres.
Por tratarse de una idea creada por las personas y la cultura, el machismo puede transformarse; pues hombres y mujeres tienen los mismos derechos y por lo tanto deben gozar de las mismas oportunidades.
Las creencias machistas han pasado de generación en generación y por eso aún hoy muchas personas en distintas sociedades y culturas las conservan e incluso las ven como algo normal. En otros casos, el machismo ha permeado tanto la educación escolar, familiar y los medios de comunicación, que no se ve como una creencia sino como algo natural, es decir, se asume que biológicamente las mujeres son frágiles, dependientes e incapaces para desarrollar determinados trabajos u oficios. Sin embargo, muchas otras sociedades han relegado el machismo e intentan tener relaciones equitativas entre hombres y mujeres.
Por tratarse de una idea creada por las personas y la cultura, el machismo puede transformarse; pues hombres y mujeres tienen los mismos derechos y por lo tanto deben gozar de las mismas oportunidades.
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